Destaca como elemento arquitectónico y religioso, la Ermita del Cristo de Miranda.

Aunque no hay fecha de su fundación todo parece indicar que fue construida en el siglo XIII, probablemente sobre algún edificio o mezquita árabe anterior.

Situada sobre un montículo es de pequeño tamaño.

En su interior lo más destacado es su retablo sobre el altar mayor. Enmarcado por columnas salomónicas cuenta además en su fondo con pintura en tabla en la que se representa la ciudad Santa.

Se completa con la imagen del Cristo de Miranda en estilo románico (cabeza ligeramente inclinada, ojos cerrados, cuerpo alargado, etc.) y en la parte inferior una calavera.


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